¿Preparando largas caminatas? Evita que tus pies sufran
Si eres de los que prefieren reservar las vacaciones para el mes de septiembre y si además estás preparando un plan de turismo activo, te interesa seguir leyendo. Sobre todo si estás organizando una caminata larga, antes de lo cual es recomendable visitar a tu podólogo en Madrid. En este caso, además de llevar a mano tu kit de hidratación y protegerte del sol, has de prestar atención también a tus pies. En este nuevo post vemos algunos consejos para que no sufran las caminatas intensas.
Lo primero que tenemos que tener presente es la necesidad de cuidar las zonas más delicadas de los pies. Si practicas senderismo como deporte has de ser consciente en todo momento de tus pies. Con más razón si sientes alguna rozadura. En estos casos, detente antes de que se formen ampollas. Durante una caminata de largo recorrido, haz un par de paradas durante los primeros kilómetros. Ten localizados los puntos donde las botas te suelen hacer daño. Puedes colocar ahí parches para ampollas o esparadrapo.
La importancia de mantener alejada la humedad
En las rutas de senderismo es clave mantener los pies secos. Lógicamente, con unos calcetines apropiados. Una de las mejores opciones son los que mezclan un revestimiento sintético, que absorbe la humedad, con lana. Para mantener aún más a raya la humedad, existen polainas para poner alrededor de la bota.
Si eres tendente a la sudoración excesiva, aprovecha los descansos de la ruta para quitarte las botas y los calcetines y, si es necesario, enfriar los pies. En Ortopedia Plaza te recordamos que la piel húmeda incrementa la fricción y la fricción causa ampollas.
Además, es clave que estemos habituados al calzado que llevemos a la ruta. No es recomendable estrenar un par de botas justo cuando vamos a emprender una caminata larga. Mejor lleva unas que ya estén adaptadas a tu pie. Es necesaria una bota que agarre todo el pie pero que no oprima los dedos. Es decir, el calzado para senderismo debe estar lo suficientemente apretado como para que no salgan ampollas pero dejando espacio para los dedos. Como seguro que sabes, las botas de trekking son de las más recomendables porque suelen ser rígidas y sujetan bien los tobillos. En cuanto a la suela, si vas a llevar poco peso y recorrer poca distancia te valdrá una más comba. En cambio, si vas a llevar más peso y recorrer más kilómetros necesitarás una bota con una suela más rígida.
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