Las sillas de ruedas ligeras destacan porque son mu y fáciles de manejar por la calle.
Gracias a su poco peso minimizan el esfuerzo que hay que realizar para empujarla, pero también facilitan el meterlas en los maleteros de los coches y, en caso de que sea necesario, subirlas y bajarlas por las escaleras de casa.
Normalmente son plegables, de forma que con solo tirar de la lona hacia arriba la cerramos, aunque también las hay sillas de ruedas con chasis fijo que normalmente son para pacientes activos que quieran una mayor resistencia.
Podemos elegir la silla de ruedas con ruedas auto-propulsables (grandes) o con ruedas medianas (hay que empujar al paciente).
Las sillas de ruedas grandes además de dar la libertad al usuario para que maneje el mismo facilita el empujarla gracias al mayor diámetro de las ruedas.
Una silla de ruedas con ruedas de 300 mm tiene la ventaja de que, si hay que manejarla por interiores, es más estrecha y facilita los giros.
Pregúntenos ante cualquier duda y le asesoraremos, tanto a la hora de comprar como de alquilar.