Si alquilo un andador de ruedas ¿Cómo regulo la altura?
¿Por qué es tan importante regular la altura del andador?
La altura adecuada del andador es lo que marca la diferencia entre caminar erguido o ir encorvado. Cuando los puños del andador quedan a la altura correcta —más o menos a la altura de las muñecas cuando el usuario está de pie y con los brazos relajados—, se reparte bien el peso entre brazos y piernas. Eso evita sobrecargas y mejora la estabilidad. En cambio, si el andador está demasiado alto, los hombros se elevan y se pierde fuerza de empuje; si está bajo, obliga a inclinar el tronco hacia delante. Y ahí empiezan los problemas de espalda, cervicales o incluso caídas por pérdida de equilibrio.
Tipos de andadores y cómo influye su estructura en el ajuste
No todos los andadores se ajustan igual, y eso es algo que hay que tener en cuenta al alquilar uno. Existen varios tipos: el andador plegable, el andador estrecho para casa, el andador de aluminio o el rollator (que es el de cuatro ruedas con asiento). Cada uno tiene su sistema de regulación, y no todos permiten el mismo rango de altura. Por eso es fundamental saber qué modelo se está utilizando antes de intentar modificarlo.
El andador plegable de aluminio es el más habitual para interior. Suelen tener patas telescópicas con varios agujeros y un pasador metálico que encaja en la altura deseada. Para ajustarlo, basta con presionar el botón de acero inoxidable, deslizar el tubo hacia arriba o hacia abajo y soltar cuando coincida con el orificio correcto. Es importante que los cuatro tubos queden exactamente en la misma posición. Si uno queda más alto que otro, el andador se volverá inestable y el usuario lo notará enseguida.
Andador estrecho para casa
Los andadores estrechos están pensados para moverse entre muebles o pasar por puertas de menos de 60 cm. A veces sacrifican un poco de estabilidad por esa ligereza, pero la regulación de altura funciona igual. La ventaja de estos modelos es que son más manejables y, al estar fabricados en aluminio, pesan poco y no requieren herramientas para el ajuste. Si se usa dentro de casa, conviene probarlo sobre el mismo tipo de suelo donde se va a utilizar, ya que la sensación cambia si hay alfombras o desniveles.
Cómo medir correctamente la altura ideal
El método más fiable es este: el usuario se coloca de pie, con los brazos relajados a los lados del cuerpo. La empuñadura del andador debe quedar a la altura del hueso de la muñeca. Si se mide con cinta métrica, esa distancia suele estar entre 85 y 95 cm en la mayoría de los adultos. No obstante, lo correcto es adaptar la medida a la persona, no al revés. Cada centímetro cuenta. Un truco práctico es dejar el andador al lado, colocar una mano sobre el puño y comprobar si el codo queda ligeramente flexionado, unos 15 grados. Esa ligera flexión indica que la altura es la adecuada.
Errores frecuentes al ajustar un andador
Uno de los errores más comunes es regular solo un lateral. Otro, ajustar el andador sin tener puestos los zapatos que se usarán habitualmente. También hay quien coloca la altura pensando en un uso de exterior y luego lo usa dentro de casa, donde el suelo puede ser distinto. Y un fallo menos visible, pero igual de importante: olvidar revisar los topes de goma o las ruedas después del ajuste. Si los tapones están gastados o las ruedas no giran libremente, el andador pierde estabilidad aunque esté bien regulado.
¿Qué andador es mejor para casa?
Para interiores, lo más recomendable suele ser un andador estrecho de aluminio, con o sin ruedas, según la estabilidad que necesite la persona. Los modelos plegables son una buena opción si se van a guardar o transportar a menudo. En cambio, los rollators con asiento resultan más prácticos si se necesita descansar a menudo o si se va a usar también en exterior. No hay uno ‘mejor’ universal, pero sí uno más adecuado para cada situación.
Consejos al alquilar un andador
Antes de llevártelo, pruébalo. No todos los andadores de ruedas tienen el mismo ancho ni el mismo radio de giro. Comprueba que cabe por las puertas de tu casa, que el freno funciona bien (si lo tiene) y que las empuñaduras son cómodas. Elige siempre un modelo con certificado CE y evita los que no provengan de ortopedias. En las ortopedias de alquiler te orientarán sobre el mantenimiento, cómo ajustar la altura, y te dejarán el andador revisado y limpio.
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