¿Qué barandilla es compatible con mi cama?

Barandilla para cama: 

La compatibilidad entre cama y barandilla depende de varios factores: tipo de estructura (canapé, somier, cama articulada, base tapizada…), altura del colchón, posición de la persona (¿se mueve dormida? ¿necesita apoyo para levantarse?), necesidad de abatirla o dejarla fija, espacio disponible a los lados.

Uno de los errores más comunes es pensar que una barandilla sirve para cualquier cama, o que todas se instalan igual. Y lo cierto es que no es así. Las barandillas para cama están pensadas para situaciones específicas, y si se elige mal, puede ser incluso peligrosa.

¿Qué tipos de barandilla para cama existen?

Barandilla abatible

Es la más habitual en camas articuladas. Se pliega hacia abajo para facilitar el acceso y se fija en vertical para impedir caídas. Algunas ocupan todo el lateral, otras sólo medio.

Ventajas: se puede dejar bajada durante el día o al hacer la cama. Da sensación de seguridad.

Inconvenientes: no siempre encaja bien en camas no articuladas o con faldón (como los canapés).

Barandilla deslizante o telescópica

Se extiende hacia los lados como una antena, y muchas veces también es abatible. Se adapta a diferentes anchos de cama y permite dejar espacio libre al bajarla o deslizarla.

Ideal para camas de hospital o articuladas.

Ojo: necesita espacio lateral, no apta para habitaciones muy estrechas.

Barandilla para canapé o estructura cerrada

Este modelo está diseñado para camas con base tapizada o canapé abatible. Se fija con correas o garras internas, sin atornillar a la estructura. No interfiere con la tapa del canapé.

Ventajas: no necesitas herramientas. Compatible con colchones gruesos.

Inconvenientes: no siempre es abatible. Suele ser de menor altura.

Barandilla corta de apoyo

No está pensada para evitar caídas, sino para ofrecer un punto de sujeción al levantarse. Va insertada entre el colchón y el somier, o atada con correas.

Buena para personas con movilidad reducida leve.

No sirve para pacientes con riesgo de caída, demencia o Parkinson.

Barandilla plegable portátil

Ligera y pensada para trasladarla. Útil para viajes o estancias cortas. A menudo viene con una bolsa y se instala sin herramientas.

Ojo con esto: no todas aguantan el peso de un adulto al apoyarse.

¿Y cómo sé cuál va con mi cama?

Si tienes una cama articulada, lo ideal es:

Barandilla abatible, con anclaje metálico a los largueros. También puedes usar una barandilla deslizante si necesitas más adaptabilidad.

Ojo con las camas articuladas eléctricas: asegúrate de que la barandilla no obstaculiza los motores ni impide el movimiento del somier.

Si tienes un canapé abatible, cuidado:

Al tener tapa que sube y una base sin hueco interior, la mayoría de barandillas estándar no sirven. Necesitas barandilla para canapé, que se sujeta con correas o se apoya directamente entre colchón y base. Algunas llevan contraplaca para mayor estabilidad.

No intentes atornillar una barandilla convencional al canapé: puedes romper la base o dejarla inutilizable.

Si tienes un somier tradicional, puedes usar:

Barandilla abatible atornillada a los largueros. Barandilla de apoyo sin fijación, insertada bajo el colchón.

En este caso hay más libertad. Sólo revisa el peso y el perfil del somier (los modelos de madera muy finos pueden no aguantar bien una barandilla fija).

¿Y en camas nido, literas o juveniles?

Se usan barandillas infantiles, pensadas para impedir que el niño ruede y caiga. Suelen ser textiles, no metálicas, y se fijan con correas.

No sirven para adultos. No es una cuestión de tamaño, sino de resistencia.

¿Se pueden comprar en cualquier sitio?

Las barandillas para cama sólo se venden en ortopedias. No las vas a encontrar en grandes superficies ni plataformas tipo Amazon (al menos las homologadas y seguras).

 

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