Pie de atleta
El pie de atleta es una infección causada por hongos que suele aparecer entre los dedos, aunque hay casos en los que se puede presentar en los talones y en los laterales de los pies.
La principal causa son los hongos y esta es la razón por la que suele atacar a las personas que tienen excesiva sudoración en los pies o que utilizan un calzado demasiado cerrado.
Al ser una infección contagiosa, es muy común entre los deportistas, profesionales o amateurs, que comparten piscinas o duchas en vestuarios (de ahí viene su popular nombre).
En la mayoría de los casos, el pie de atleta se trata con cremas o polvos antifúngicos que se pueden adquirir fácilmente en farmacias.
¿Qué es el pie de atleta?
El pie de atleta es una infección causada por hongos que atacan los dedos de los pies, porque es la zona en la que los zapatos crean un ambiente cálido y húmedo ideal para su proliferación.
Si la persona tiene serios problemas de sudoración, puede aparecer en los laterales del pie o talones. Cabe mencionar también que, en ocasiones, la raíz del inconveniente se debe a lesiones en las uñas o en la piel.
Es importante tener presente que el pie de atleta es contagioso y se puede transmitir por contacto directo (calcetines o zapatos que se han compartido) o, en la mayoría de los casos, por piscinas o vestuarios.
Los hongos que causan esta infección pertenecen a la familia de los dermatofitos. Éstos se caracterizan por nutrirse de la queratina de la piel y ser especialmente infecciosos.
Principales síntomas
El pie de atleta es una infección con síntomas muy visibles, como, por ejemplo:
• Picor constante
• Mal olor en los pies
• Piel seca en escamas
• Ampollas
• Inflamación
• Enrojecimiento
Tratamiento del pie de atleta
Si se acude a un dermatólogo rápidamente, es probable que el pie de atleta se cure con un par de semanas de cremas o polvos antifúngicos (se consiguen en cualquier farmacia).
Si la infección no mejora en 2-4 semanas, se recomienda acudir a un centro de salud cercano. Así, el especialista puede determinar por qué el problema no se soluciona y qué hacer al respecto.
Cabe destacar que, si las cremas o polvos han sido efectivos, se recomienda seguir utilizando los productos durante algunas semanas más para evitar que el pie de atleta vuelva.
¿Cómo prevenirlo?
Si bien nos podemos contagiar en una piscina o gimnasio, los especialistas suelen brindar una serie de consejos para evitar ser el vector de la infección:
• Lavar los pies a diario con agua y jabón.
• Utilizar calcetines limpios de algodón.
• Si eres una persona con problemas de sudoración, se aconseja cambiar de calcetines una o dos veces al día.
• Siempre usar chanclas en vestuarios y piscinas.
• Los zapatos que se usan deben estar fabricados de un material natural como el cuero, el cual soporta muy bien la transpiración.
• Mantener los pies secos, especialmente entre los dedos.
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