Grúa Aupa Hidráulica: levantar pacientes sin esfuerzo

Grúa para levantar pacientes sin necesidad de electricidad.Aupa Chair

Grúa Aupa Hidráulica: levantar pacientes sin esfuerzo

¿Qué es una grúa Aupa hidráulica y por qué puede cambiarte la vida?:Grúa Aupa Hidráulica: levantar pacientes sin esfuerzo

La grúa Aupa hidráulica es un dispositivo mecánico que sirve para levantar y trasladar pacientes sin necesidad de electricidad. No tiene batería, no se enchufa, y no hay que esperar a que cargue. Se acciona manualmente con una palanca hidráulica y permite subir y bajar a una persona con total seguridad.

Una grúa sin electricidad que no se queda nunca a medias, que no falla cuando más se necesita, y que puedes usar siempre que la persona lo necesite.

Grúa hospitalaria, hidráulica, eléctrica… ¿en qué se diferencia cada una?

Aquí conviene aclarar conceptos, porque muchas veces se mezclan términos. Cuando hablamos de grúa hospitalaria, nos referimos de forma genérica a cualquier dispositivo de elevación utilizado en entorno clínico o domiciliario. Pero no todas son iguales.

  • Grúa hidráulica: funciona sin motor. Utiliza un sistema de palanca para elevar al paciente. Es ideal para uso doméstico, especialmente cuando no se realizan muchas transferencias al día.
  • Grúa eléctrica: incluye batería recargable. Se acciona con un mando. Muy útil en residencias o centros donde el personal necesita hacer muchas movilizaciones seguidas.
  • Grúa sin electricidad: sinónimo de grúa hidráulica, aunque mucha gente lo busca así cuando no quiere complicaciones con cargadores o fallos eléctricos.
  • Grúa para levantar pacientes: término general que agrupa todos los anteriores.

La clave está en el uso que se le va a dar. Y créeme, si estás cuidando a alguien en casa, una grúa Aupa hidráulica te facilita muchísimo el día a día sin añadirte tecnología innecesaria.

Ventajas reales de la grúa Aupa hidráulica en casa

No se trata solo de subir y bajar personas. Se trata de hacerlo sin riesgo, sin lesiones, y sin convertir cada transferencia en una operación compleja. En este tipo de dispositivos, la diferencia entre lo usable y lo incómodo está en los pequeños detalles. Y la Aupa ha sido pensada para el uso cotidiano de quien no es profesional, pero quiere cuidar bien.

  1. Siempre disponible

Nada de enchufes, nada de “me olvidé de cargarla”. La grúa Aupa funciona siempre, con solo accionar la palanca. Ideal para imprevistos o para domicilios donde no sobra el espacio ni los enchufes.

  1. Robusta pero manejable

Está fabricada con materiales resistentes, pero al mismo tiempo se desplaza con facilidad. Sus ruedas giran bien incluso en suelos no ideales, y el sistema de frenado es seguro y accesible.

  1. Adaptable a distintos tipos de arnés

No todas las personas necesitan el mismo tipo de sujeción. La Aupa admite una amplia gama de arneses: de higiene, envolventes, amputados, etc. Esto permite personalizar el uso y hacerlo cómodo y seguro para quien la utiliza.

  1. Apta para espacios reducidos

A diferencia de otras grúas hospitalarias más voluminosas, esta se adapta a pisos pequeños. Su base se abre o cierra según necesidad, facilitando el acceso a la cama, sillón o inodoro.

¿Dónde se puede comprar una grúa Aupa hidráulica?

Este punto es importante aclararlo: las grúas hospitalarias no se venden en cualquier parte. No son productos de consumo masivo. Se venden únicamente en ortopedias autorizadas, porque requieren un mínimo de asesoramiento técnico, compatibilidad con arnés y cumplimiento de normativas sanitarias.

Es más, en muchas ortopedias —las serias— te ayudan a probarla, elegir el arnés adecuado, o incluso gestionan la documentación si hay posibilidad de subvención. Porque sí, la grúa no es gratuita, pero puede estar subvencionada en parte si se cumplen ciertos criterios médicos y sociales.

¿Se puede conseguir gratis una grúa para levantar pacientes?

No. Y es bueno decirlo claro. Las grúas hospitalarias no son gratis. Pero eso no significa que tengas que asumir el coste completo.

En muchas comunidades autónomas, los servicios sociales o el sistema de salud ofrecen subvenciones parciales si:

  • El paciente tiene reconocida una discapacidad o dependencia.
  • Existe informe médico que justifique la necesidad del dispositivo.
  • Se cumplen ciertos requisitos de ingresos.

Es decir, no es automática, pero es posible. Lo habitual es presentar una solicitud con informe de fisioterapeuta o médico rehabilitador, y que el sistema valore la necesidad. A veces cubre el 100% del coste. Otras veces, solo una parte. Pero ojo: la gestión suele tardar, así que conviene informarse cuanto antes.

¿Puede usarla una sola persona?

Sí. Esta es otra gran ventaja de las grúas hidráulicas como la Aupa: están pensadas para ser manejadas por un solo cuidador. No necesitas ayuda extra, ni fuerza descomunal. Lo que necesitas es seguir bien los pasos:

  1. Colocar el arnés con el paciente aún acostado o sentado.
  2. Acercar la grúa y enganchar los puntos de sujeción.
  3. Usar la palanca hidráulica para elevar al paciente.
  4. Desplazar la grúa suavemente hasta el destino.
  5. Bajar con control y seguridad.

Es más fácil de lo que parece, y en la mayoría de ortopedias te explican cómo hacerlo. Incluso algunas ofrecen servicio de demostración a domicilio.

¿Qué pacientes se benefician más de una grúa hidráulica?

He recomendado la Aupa muchas veces, y con perfiles muy distintos:

  • Personas mayores con pérdida de movilidad.
  • Pacientes con enfermedades neurológicas (ELA, Parkinson, ictus).
  • Personas con fracturas o inmovilización temporal.
  • Cuidados paliativos en domicilio.

El patrón común: usuarios que necesitan ayuda para transferencias (cama-silla-baño), pero que no hacen 20 transferencias diarias. Ahí es donde la grúa eléctrica pierde sentido y la hidráulica brilla por su sencillez.

¿Qué diferencias hay con otras grúas sin electricidad?

No todas las grúas sin electricidad son iguales. Algunas son muy básicas, con acabados toscos o movilidad limitada. Otras, directamente, no cumplen con las normativas CE o no permiten cambio de arnés.

La grúa Aupa destaca por:

  • Sistema hidráulico suave y controlado.
  • Estabilidad en elevación, sin sacudidas.
  • Compatible con arneses universales.
  • Fácil desmontaje para transporte o almacenaje.

No es la más barata del mercado, pero sí una de las más fiables. Y eso, en casa, vale oro.

¿Cómo elegir el arnés adecuado para la grúa?

Tan importante como la grúa, es el arnés. No hay un modelo único que sirva para todos. El arnés debe adaptarse al cuerpo del usuario, al nivel de sujeción necesario y al tipo de transferencia que se va a realizar.

Tipos comunes de arnés:

  • Envolvente: para transferencias generales.
  • Higiénico: con apertura inferior para uso en baño.
  • Amputado o de soporte alto: para pacientes inestables o con necesidades posturales específicas.

Mi consejo: si compras la grúa en una ortopedia (como debe ser), que te asesoren allí. El arnés es el 50% del éxito en una transferencia segura.

¿Hace falta mantenimiento?

Muy poco. Esa es otra ventaja. Al ser hidráulica, solo hay que revisar periódicamente:

  • Estado de las ruedas.
  • Freno funcional.
  • Palanca hidráulica sin fugas.
  • Lubricación puntual en los ejes si chirría.

No hay baterías que cambiar, ni motores que se recalientan. Y eso, en un entorno domiciliario, simplifica mucho las cosas.

¿Qué tener en cuenta antes de comprar una grúa hospitalaria?

Antes de decidir, valora bien:

  • ¿Cuántas veces al día vas a hacer la transferencia?
  • ¿Quién la va a manejar? ¿Hay fuerza y técnica?
  • ¿El espacio del domicilio lo permite?
  • ¿Se necesita grúa fija o con movilidad?

La grúa Aupa hidráulica se adapta muy bien a pisos, pero siempre es mejor hacer una pequeña valoración previa. Incluso con fotos del entorno, en la ortopedia pueden ayudarte a elegir bien.

 

 

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