Dolor en quinto dedo ¿Por qué me duele el meñique?

chica deportista con dolor en el dedo meñique de la mano

Dolor en quinto dedo ¿Por qué me duele el meñique?

Dolor en el meñique: más común de lo que parece

A menudo se infravalora el dolor en el quinto dedo porque se considera un dedo “menor”. Sin embargo, tiene una función clave en la prensión y estabilidad de la mano. Cualquier alteración en su articulación, tendones o nervios repercute en la fuerza y precisión. El problema es que, al ser un dedo pequeño y con menos musculatura, las lesiones tienden a cronificarse si no se tratan bien desde el inicio.

Causas frecuentes del dolor en el quinto dedo

No hay una sola razón posible. A continuación, se repasan las más habituales, diferenciando entre las de origen traumático, degenerativo y reumático.

Traumatismos, fracturas y esguinces

Los traumatismos en el meñique son una de las causas más evidentes. Un golpe contra una superficie dura, una caída o un mal gesto pueden generar desde una simple contusión hasta una fractura. Los esguinces del dedo también son comunes, sobre todo en personas que practican deportes de contacto o trabajos manuales intensos. En estos casos, el dolor aparece de forma inmediata, acompañado de inflamación y dificultad para doblar el dedo. El tratamiento incluye inmovilización, aplicación de frío y, en ocasiones, una ortesis para sujetarlo correctamente.

Artrosis: el desgaste articular del meñique

La artrosis en el quinto dedo suele afectar la articulación interfalángica distal, es decir, la más cercana a la uña. Con los años, el cartílago se desgasta y la fricción entre huesos provoca dolor y rigidez. Es típico notar el dedo más torcido, con pequeñas protuberancias llamadas nódulos de Heberden. Aunque el daño articular es irreversible, se puede controlar el dolor con medidas físicas, reposo, calor local y ortesis diseñadas para alinear y descargar la articulación.

Artritis: inflamación y rigidez matinal

A diferencia de la artrosis, la artritis implica inflamación, y suele afectar a varios dedos a la vez. En el caso del meñique, la persona nota rigidez matinal, dolor con el movimiento y, en ocasiones, calor local. Las artritis pueden ser de origen autoinmune (como la artritis reumatoide) o postinfeccioso. Si el dolor es persistente y se acompaña de hinchazón en más articulaciones, hay que acudir a un reumatólogo. En estos casos, las ortesis no son un capricho: ayudan a proteger la articulación inflamada y facilitan el descanso del dedo.

Diferencias entre artrosis, artritis y traumatismo

Para muchas personas estos términos suenan parecidos, pero son muy distintos en origen y evolución. En la artrosis el problema es el desgaste, en la artritis la inflamación y en el traumatismo la lesión aguda. En el primer caso el dolor aparece con el uso; en el segundo, incluso en reposo; y en el tercero, de forma súbita tras un golpe. Saber diferenciarlos es clave para elegir el tratamiento correcto.

Tratamiento del dolor en el quinto dedo

El abordaje depende de la causa. No existe una única receta. Pero sí hay pautas generales que conviene seguir: reposo relativo, aplicar frío o calor según la fase del dolor, uso de ortesis para sujetarlo disponibles en ortopedias especializadas, ejercicios a realizar una vez que el dolor disminuye y control médico si el dolor persiste más de una semana.

Ortesis para el meñique: cuándo y cómo se usan

Las ortesis o férulas para el quinto dedo se emplean para inmovilizarlo parcialmente, alinearlo o protegerlo. No todas son iguales: algunas son rígidas, otras semirrígidas o de silicona. Se ajustan según la causa del dolor: en fracturas o esguinces se necesita sujeción firme; en artrosis o artritis, un modelo que alivie la presión y mantenga la posición funcional. Importante: estas ortesis no se consiguen gratis. Se venden exclusivamente en ortopedias, donde se ajustan al tamaño y forma del dedo. En algunos casos, pueden estar subvencionadas según la comunidad o el sistema de salud.

Ejercicios recomendados para mejorar movilidad

Una vez pasada la fase aguda, el movimiento controlado es esencial. Ejercicios simples ayudan a mantener flexibilidad y fuerza. Un ejemplo es cerrar el puño lentamente y luego extender todos los dedos sin forzar. También se pueden realizar estiramientos suaves o usar una pelota blanda para apretar y soltar. Siempre sin dolor. El descanso del dedo es fundamental, pero una inactividad prolongada puede provocar rigidez y pérdida de fuerza.

Cuándo acudir al especialista

Si el dolor del meñique persiste más de una semana, limita el movimiento o se acompaña de deformidad o pérdida de sensibilidad, no hay que esperar. Es el momento de acudir a un traumatólogo o especialista en mano. Muchas veces una radiografía o una ecografía bastan para aclarar el diagnóstico y evitar complicaciones.

Prevención del dolor en el quinto dedo

Cuidar las manos es una inversión a largo plazo. Mantener la articulación activa, evitar golpes y realizar pausas si se trabaja con teclado o herramientas ayuda a prevenir molestias. En personas con artrosis o artritis, usar ortesis y ejercicios adaptados puede marcar la diferencia entre dolor continuo y una vida funcional.

 

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