¿Cuántas horas se puede llevar una faja ortopédica?
Faja ortopédica, faja lumbar, faja para vértebras: ¿cuál es cuál?
No todas las fajas son iguales, y no todas sirven para lo mismo. La «faja ortopédica» se divide en fajas lumbares, que están diseñadas específicamente para dar soporte a la zona baja de la espalda. También tenemos fajas dorsales, sacro-lumbares, toraco-lumbares e incluso mixtas.
La faja para vértebras, como algunas personas la llaman, suele referirse a la faja lumbar ortopédica. Se coloca para aliviar tensiones en la columna, especialmente cuando hay desgaste, hernias, protusiones o desalineaciones en la zona lumbar.
No es lo mismo una faja para trabajar que una faja para rehabilitación. La primera suele tener un enfoque preventivo, para personas que cargan peso o mantienen posturas forzadas muchas horas. La segunda es terapéutica, pensada para periodos de dolor agudo o para acompañar un proceso de rehabilitación vertebral.
¿Cuántas horas se puede llevar una faja ortopédica?
- En el día a día
Para quienes usan una faja para el día, sin patología diagnosticada, lo ideal es no llevarla puesta más de 4 a 6 horas. El objetivo aquí es prevenir lesiones, no sustituir el trabajo muscular de la espalda. Llevarla todo el día puede producir un efecto rebote: tus músculos se relajan demasiado, y cuando te la quitas, la columna queda más vulnerable.
- En periodos de rehabilitación de las vértebras
En caso de hernias, fracturas vertebrales, intervenciones quirúrgicas o lumbalgias agudas, se permite un uso más prolongado, pero siempre supervisado. Hablamos de 6 a 8 horas diarias, repartidas en bloques. Nunca dormir con ella (salvo prescripción muy específica) y evitar usarla en reposo absoluto.
- Faja para trabajar
Las personas que trabajan cargando peso, de pie muchas horas o en posiciones forzadas, como quienes trabajan en la construcción o en almacenes, pueden llevar la faja durante sus turnos laborales. Pero ojo, esto no significa llevarla 8-10 horas sin descanso. Hay que hacer pausas, quitarla por ratos y evitar que el cuerpo se vuelva dependiente.
Una pauta realista: 3-4 horas por la mañana, descanso, y otras 2-3 horas por la tarde. Y solo los días de carga intensa.
**Estos supuestos, en cualquier caso han de ser consensuados con su médico.
Ventajas e inconvenientes de una faja ortopédica
Usar faja ortopédica tiene beneficios concretos: reduce el dolor, estabiliza la columna, mejora la postura, y en muchos casos permite seguir con la actividad diaria sin empeorar el cuadro clínico. Pero también tiene efectos negativos si no se utiliza con criterio.
Algunos errores frecuentes:
- Usarla todo el día «por si acaso»
- No combinarla con ejercicios de rehabilitación vertebral
- Comprar cualquier faja en una tienda online sin asesoramiento
- Creer que sustituye a un tratamiento médico
La faja es una herramienta, no una cura. Si tienes dolor constante o crónico, necesitas una valoración médica. Y aquí aprovecho para aclarar algo importante:
Cómo elegir la mejor faja ortopédica
. Busca una faja ortopédica que tenga las siguientes características:
- Refuerzos rígidos (varillas o placas) si hay inestabilidad
- Tallas ajustables: ni muy floja ni que corte la circulación
- Material transpirable, sobre todo si la usarás en verano o trabajando
- Marca reconocida y distribuida por ortopedias
Y, por supuesto, acompaña su uso con ejercicios. No hay mejor rehabilitación vertebral que el movimiento bien dirigido. Ya sea con fisioterapia, estiramientos o fortalecimiento progresivo, tu espalda necesita activarse para recuperarse.
Alternativas y sinónimos: ¿faja ortopédica o corsé?
Hay quien habla de corsé ortopédico, especialmente cuando se trata de dispositivos más rígidos, usados tras cirugías o fracturas. El corsé suele limitar más el movimiento y tiene un carácter claramente terapéutico.
La faja ortopédica es más versátil. Puedes encontrarla en variantes para la faja lumbar, faja torácica o incluso combinadas. Algunas tienen velcros ajustables, otras incluyen calor o imanes (de eficacia discutible, eso sí)
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