La apnea del sueño, como su propio nombre indica, es una dolencia que nos afecta cuando dormimos y que es potencialmente grave. Es aconsejable ocuparse de ella antes de que cause complicaciones que pueden ir desde problemas respiratorios hasta otros más graves de tipo cardíaco. Denominamos apnea del sueño a la enfermedad que provoca la paralización del ritmo respiratorio y su posterior reinicio.
Tipos de apnea del sueño
Una vez definido en qué consiste esta dolencia y qué consecuencias puede tener, es necesario que distingamos entre tres clases de apnea del sueño en función de sus características:
• Apnea obstructiva. Es la forma más habitual. Se debe a la relajación de los músculos de la garganta.
• Apnea central. Se produce cuando el cerebro no envía las órdenes necesarias a los músculos encargados de controlar la respiración.
• Síndrome de apnea compleja. Es la más grave porque combina las dos anteriores. También se denomina apnea central del sueño emergente.
Síntomas de la apnea del sueño
Por otra parte, la apnea del sueño, con independencia del tipo que sea, es visible a través de unos mismos síntomas característicos. Esto hace más difícil averiguar de qué clase se trata. Pero los más importantes son los siguientes:
1. Episodios en que el paciente deja de respirar. Lógicamente, esto debe apreciarlo otra persona.
2. Jadeos al respirar durante el sueño o ronquidos fuertes.
3. Problemas de insomnio. Pero también de hipersomnia por la mañana (es decir, de sueño excesivo).
4. Despertar con la boca seca, con dolor de cabeza, con irritabilidad o con problemas de atención.
Cualquiera de estos problemas puede ser indicativo de una apnea del sueño. Por eso, lo mejor es consultar a un especialista. Este nos propondrá hacer la prueba de sueño o incluso una polisomnografía nocturna. Tanto una como otra consiste en controlar nuestros parámetros vitales mientras dormimos, pero la segunda es más técnica y compleja. Y, en función de los resultados, nos dará un tratamiento.
Tratamiento de la apnea del sueño
La terapia que nos indique el especialista también dependerá de la gravedad del problema. Así, en casos de apnea leve, puede bastar con indicaciones generales como dejar de fumar o perder peso. Igualmente, si el paciente tiene alergia, se tratará este problema.
Pero, en caso de que estos tratamientos no obtuvieran resultados o la apnea fuera más seria, habría que aplicar otros. Pueden pasar por el uso de la máquina de apnea. Se trata de un dispositivo que se usa al dormir. Mediante una mascarilla, ejerce presión positiva continua sobre las vías respiratorias. Esto significa que la presión del aire es mayor que la del que tenemos en el ambiente. Y, así, despeja las vías. Finalmente, hay otros tratamientos que se aplican en casos más graves. Por ejemplo, el dispositivo de presión binivel o la servoventilación adaptativa.
En conclusión, te hemos explicado qué es la apnea del sueño, cómo se diagnostica y cuál es su tratamiento. En caso de que tengas dudas respecto a este padecimiento, consulta a tu médico.