Andador estrecho para casa: ¿Qué tener en cuenta?
¿Por qué elegir un andador de ruedas estrecho para casa?
La mayoría de los hogares no están diseñados para personas con movilidad reducida. Pasillos ajustados, puertas estándar, esquinas imposibles… Y ahí es donde entra el papel crucial del andador de ruedas estrecho, ese que te permite moverte por el interior.
Cuando se quiere seguir usando el baño sin ayuda, entrar a la cocina sin tirar taburetes o desplazarse con seguridad por el salón. Un andador para entrar en el baño y la cocina necesita ser manejable, estable y lo bastante estrecho para no chocar con todo lo que se cruza en el camino.
Uno diseñado para exteriores no sirve igual en un piso de 60 m². Hay que elegir el modelo correcto para el entorno correcto.
Medidas que de verdad importan en un andador para casa
Los catálogos están llenos de números, pero hay que saber interpretarlos. ¿Qué interesa realmente cuando hablamos de un andador de interior?
- Ancho total: Un buen andador para casa no debería superar los 54 cm de ancho. Muchos modelos estrechos rondan los 50-52 cm. Parece poca diferencia, pero si la puerta del baño mide 60 cm, esos 2 cm marcan si pasas con holgura o vas rozando los marcos.
- Altura ajustable: Cada cuerpo es un mundo. Un andador para una persona de 1,50 m no sirve igual que para alguien de 1,85 m. La altura de los puños debe poder regularse fácilmente.
- Radio de giro: En interiores no solo importa que el andador sea estrecho; también tiene que girar con facilidad. Algunos modelos con ruedas rígidas necesitan mucho espacio para cambiar de dirección, lo cual es un problema en baños o cocinas pequeñas.
- Profundidad: Si el andador es estrecho pero muy largo, puede que no maniobre bien en pasillos en L. Mejor un diseño compacto y proporcionado.
Dos ruedas, cuatro o ninguna: qué sistema elegir
En términos generales:
- Andador con dos ruedas delanteras y patas traseras con conteras antideslizantes: Es el más estable. Ideal para personas que necesitan mucha seguridad y se apoyan con fuerza. No rueda solo, por lo que el riesgo de que “salga disparado” es mínimo. Requiere levantar ligeramente al avanzar, pero a cambio ofrece más control.
- Andador de cuatro ruedas (rollator): Más fluido, menos esfuerzo para moverse. Lleva frenos incorporados. Ideal para quien tiene algo más de autonomía y fuerza en las manos para controlar el freno. No todos los modelos valen para interiores estrechos, así que hay que elegir uno específicamente pensado para eso.
- Sin ruedas: En interiores con suelos muy lisos y personas que se desplazan lentamente, puede funcionar. Pero la mayoría de las veces se opta por alguna solución con ruedas delanteras para facilitar el desplazamiento.
Materiales: ligeros sí, pero resistentes también
Un buen andador para casa no necesita ser todoterreno, pero tampoco una pieza de adorno. Los mejores modelos para interiores están hechos de aluminio: pesan poco (entre 5 y 7 kg), son resistentes y fáciles de manejar.
A veces sacrifican estabilidad por peso. En casa, donde se usa a diario, conviene algo más sólido y duradero.
Plegado: imprescindible
Uno de los puntos más olvidados. Si el andador va a estar en casa todo el tiempo, debe poder plegarse con facilidad para guardarlo o dejarlo apoyado sin ocupar medio pasillo.
- El plegado tipo tijera es el más cómodo: se pliega en vertical, ocupa poco y permite dejarlo detrás de una puerta o junto al sofá.
- Evita sistemas de plegado que exigen fuerza o pasos complicados. Lo ideal es que con una sola mano puedas cerrarlo y abrirlo.
¿Con o sin asiento?
Para uso dentro de casa, muchas veces el asiento no es imprescindible. Pero si la persona necesita descansar a menudo o tiene momentos de fatiga, contar con un pequeño asiento acolchado puede ser muy útil.
Eso sí: asegúrate de que el asiento no reste estabilidad ni aumente demasiado el ancho del andador. Hay modelos muy bien pensados que ofrecen asiento y siguen siendo estrechos y seguros.
Accesorios útiles en un andador para casa
Aquí conviene separar lo esencial de lo accesorio. Para interior, menos es más:
- Bandeja extraíble: muy práctica para llevar una taza o el mando de la tele.
- Bolsa o cesta pequeña: ideal para guardar pañuelos, gafas o la medicación.
- Soporte para bastón: útil si el usuario alterna entre bastón y andador.
Evita florituras: portavasos, luces, soportes para paraguas… todo eso, en casa, sobra y estorba.
¿Dónde se compran estos andadores?
En ortopedias. Ahí es donde vas a encontrar modelos específicos, adaptados a las necesidades reales de movilidad en interiores, y con el respaldo de profesionales que te asesoran según tu caso.
¿Y qué pasa con los espacios más difíciles?
Uno de los grandes retos es encontrar un andador para entrar en el baño y la cocina. Estos espacios suelen tener puertas estrechas (entre 60 y 65 cm), esquinas ajustadas, muebles que no se pueden mover…
Ahí es donde los modelos compactos y maniobrables muestran su verdadero valor. Por eso:
- Revisa las medidas de tus puertas y pasillos.
- Mide el espacio entre la encimera y la mesa en la cocina.
- Ten en cuenta si necesitas girar en ángulo dentro del baño.
El mejor andador no es el más caro, ni el más bonito. Es el que te deja hacer tu vida con la menor cantidad de obstáculos.
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